viernes, 23 de mayo de 2008

el castillo

Pues fijate tu, que he pensando construir una nación para llevarte a vivir allí, que tenga luces con vista al mar cada tarde y que los árboles digan tu nombre por decreto con las caricias del viento. Si, lo he pensado y hasta he convencido a las flores de un jardín amigo para que se vayan a vivir a a las afueras del castillo que te construiría. Un castillo lleno de fantasias sexuales dispuesta por todos los rincones, un castillo de hadas y bailarinas con copas de vino todo el día y músicas de todos los países para animarte las mañanas. Un castillo con besos en todos los cuartos y aventuras en cada rincón. un castillo tan grande donde el deseo, el amor y las instancias del corazón se pierdan para jugar a encontrarlo, vencerlo y recobrarlo cada día, si es que hay días, porque este castillo debe ser tan bello y tan cálido que nunca se podrá saber si estamos vivos o muertos, si es de día o de noche... porque lo único cierto deberá ser que estas allí, que estoy allí, y tenemos que encontrarnos....

lunes, 19 de mayo de 2008

Mayo 19

He contado los minutos y las horas que me tejen marañas y telarañas, desde el himen hasta el último poro de esta piel que aun fundiéndose en otras carnes, extraña el vibrar que tiene con las tuyas.
El silencio se ha vuelto la constante de esta soledad que me embargo y termino por habitarme entera.
Sin éxito, he pedido a gritos tener el poder de Marso para confeccionar hechizos y adivinar tu rumbo. Y como el mismo marso, las serpientes de mis pensamientos, las víboras de mis desazones, me cuecen el alma y me hunden en estas sombras a las que ahora temo. Ya no son el indicio de que en algún lugar no muy lejano hay una luz resplandeciente; al contrario me cobijan y me penetran de tal forma que me eclipsan.
Y en medio de estos silencios que me forran los días y me envuelven noche a noche, extraño tus palabras, esas que me jactan y me lubrican hasta el fondo de mis mas perversos y lujuriosos deseos de carne,de vida.....de verdadquisiera escucharlas y acunarme en cada uno de sus pausados morfemas para poder venirme en ellas.