
Estimada Fedra
Los caminos a esta tierras estan plagados de peligros. La gente esta sedienta de justicia. Hay pólvora en el ambiente, todo es muy confuso. Pero en los aposentos de mi biblioteca todo es más tranquilo aunque mucho más tormentoso. Cada historia que leo, me llena má del corazón de traumas y dolores.
Uno de los infames me puso la otra noche una daga en el cuello y ha intentando asesinarme, le he dicho que tenga piedad, pero sus ojos estaban resueltos a darme el pan para la otra vida.
En el tiempo del miedo le he dicho que se apiade de mis hijos pequeños, y el hombre ha dudado. Le he dicho que tal vez él me conoce, que soy el marido de Fedra de Minos, que tenemos dos hijos, que el imperio me ha premiado y que después de mucho años de esclavitud vuelvo a casa a ver a mis hijos.
El hombre ha creído la mentira. Su ánimo ha cambiado y me ha dejado vivo. Quien sabe par qué el destino me quiere vivo todavía.
Despues de eso, he decidido encerrarme en esta vida de libros a vivir las batallas que ocurren en el papel y no estar en los miedos de la calle.
Por un instante pensé que era un asesino enviado por ti. Pero no, de ti solo se puede esperar felicidad, y aunque a mi no me has dado nada, todos lo dicen y ese es tu legado.
Los caminos a esta tierras estan plagados de peligros. La gente esta sedienta de justicia. Hay pólvora en el ambiente, todo es muy confuso. Pero en los aposentos de mi biblioteca todo es más tranquilo aunque mucho más tormentoso. Cada historia que leo, me llena má del corazón de traumas y dolores.
Uno de los infames me puso la otra noche una daga en el cuello y ha intentando asesinarme, le he dicho que tenga piedad, pero sus ojos estaban resueltos a darme el pan para la otra vida.
En el tiempo del miedo le he dicho que se apiade de mis hijos pequeños, y el hombre ha dudado. Le he dicho que tal vez él me conoce, que soy el marido de Fedra de Minos, que tenemos dos hijos, que el imperio me ha premiado y que después de mucho años de esclavitud vuelvo a casa a ver a mis hijos.
El hombre ha creído la mentira. Su ánimo ha cambiado y me ha dejado vivo. Quien sabe par qué el destino me quiere vivo todavía.
Despues de eso, he decidido encerrarme en esta vida de libros a vivir las batallas que ocurren en el papel y no estar en los miedos de la calle.
Por un instante pensé que era un asesino enviado por ti. Pero no, de ti solo se puede esperar felicidad, y aunque a mi no me has dado nada, todos lo dicen y ese es tu legado.